SAN NICOLÁS
San Nicolás probablemente se originó en la segunda mitad del siglo XII, entre 1164 y 1177, en Pamplona. Esta teoría que es la más aceptada, sostendría pues que su construcción data de alrededor de cincuenta años posterior al burgo de San Cernin. Existe otra teoría menos aceptada sobre su fundación que sostiene que el burgo de San Nicolás se originaría con inmediata posterioridad al burgo de San Cernin, en un intervalo aproximado de una decena de años. Esta segunda teoría carece de verosimilitud, pues se fundamenta en un documento redactado por el obispo en 1100 donde simplemente se habla de un burgo nuevo que bien podría ser San Cernin. El primer documento recogido en el cual se hace referencia clara al burgo de San Nicolás data de 1177 y trata sobre el reparto de bienes de la Catedral. La teoría del surgimiento del burgo a partir de 1164 también la sostiene Martín Duque, porque fue ese mismo año cuando el fuero de La guardia introdujo el pago del censo, por primera vez, como gravamen al darse la adquisición de cualquier tipo de solar en estas nuevas poblaciones. La Población de San Nicolás se estableció sobre las tierras del archidiácono con una gran mixtura entre sus pobladores, pues inicialmente sus habitantes fueron de forma mayoritaria francos del norte y navarros no serviles.
Los criterios de organización urbana utilizados para la estructuración de la Población encuentran su mayor influencia en las bastidas francesas. Lacarra señala que este tipo de burgos tienen un planteamiento de base constituido por la sucesión de calles eminentemente rectas y de manzanas que por dimensiones eran regulares. La cercanía de San Nicolás en lo llano del terreno y el burgo de San Cernin provocó a lo largo de todo el medio importantes confrontaciones, como el desastre que se produjo por enfrentamientos de esta índole en 1222, el largo litigio de 1346, o los últimos en 1390.
El foso exterior del Burgo que se encuentra en la actual calle Nueva funcionó como separación entre ambas poblaciones y en consecuencia, como una fuente continua de pleitos. Los consensos de paz que se determinaban al fin de las hostilidades entre los burgos a lo largo del siglo XIII llevaron de forma directa a la reglamentación a la que se deberían suscribir las casas del burgo de San Nicolás que se encontrasen de cara al foso, y de este modo hacer valer sus prerrogativas. Así se concluyó en 1222 que las bases de dichas casas debieran ser de piedra y con una altura máxima de tres codos y sobre ellas se edificará en madera hasta la altura de una lanza sin la posibilidad de abrir ningún tipo de comisura hacia el foso. Estas condiciones se fueron ablandando progresivamente, teniendo como fechas clave de estas suavizaciones el 1287 y 1390. Se les dio la permisión, por ejemplo, de construir hasta quince codos por encima de las bases de la construcción o incluso construir en madera y yeso sin restricciones de altura pero sin elementos defensivos, respectivamente. En 1253, Teobaldo I les otorgó licencia para construir casas según su conveniencia y amurallar la población como hicieron, pero los habitantes de San Cernin se querellan ante el gobernador y se paralizó la construcción. Cabe destacar que en la concordia de 1222 se les prohíbe la edificación de fortificaciones hacia la fosa. Todo burgo respondía a una organización interna y municipal diferenciada de los demás en los aspectos más importantes de la vida, desde el autogobierno, a la trama urbana, a una parroquia propia.
En 1287 se produce la unión municipal de San Cernin y San Nicolás, tras la destrucción once años atrás de la Navarrería y un pasado enemistado. Hasta que la Navarrería se repobló sobre la segunda década del siglo XIV, ambos burgos permanecieron en unión y fueron documentados en numerosas ocasiones como La villa de Pamplona. El derecho de ciudad era exclusivo de la Navarrería, y pese a sus intentos, el Obispo y el Cabildo negaron e impidieron que se arrojaran dicho título. Pese a la unión, los conflictos continuaron siendo constantes con respecto a las construcciones y momentos de crisis como en 1358 cuando el lugarteniente de Carlos II dicta que los habitantes de San Nicolás no pueden actuar con independencia de los de San Cernin. Carlos III, en 1390, dicta regulaciones comunes para ambos burgos, declara su unificación alrededor de la figura de la universidad y delimitó, a principios ya del siglo XV, su jurisdicción y circunscripción.
La muralla medieval en el burgo de San Nicolás
Durante las excavaciones para la reorganización urbanística del burgo de San Nicolás en 2005 y 2006, se buscó la muralla medieval que ponía límites a dicha población (Según los datos de Juan José Martinena)
Cementerio de la plaza de San Nicolás
Los arqueólogos autorizados por la Dirección General de Cultura de Gobierno de Navarra encontraron en su excavación en el Casco Antiguo de Pamplona el camposanto de la iglesia de San Nicolás que estuvo activo hasta principios del siglo XIX debido a su prohibición en 1808.
El templo perteneciente al fortín de San Nicolás se edificó en 1177 y pese al incendio de 1222 se llevó a cabo una efectiva reconstrucción del mismo en 1231. Los enterramientos encontrados datan a partir de esa fecha y fueron 106 tumbas en una extensión de 45 metros cuadrados.
Los enterramientos que datan de más antigüedad se encuentran conformados por roca arenisca, los más modernos presentan construcciones en madera de los que se encontraron diversos clavos. Algunos enterramientos presentan cadáveres con rocas sobre la caja torácica debido a rituales en relación con la brujería y los endemoniados y otros donde los cadáveres presentaban patologías poco frecuentes para la época con artrosis o fibrosis progresiva.
Posteriormente se encontraron un par de decenas más de enterramientos en una excavación en razón de la reurbanización de San Nicolás. Muchos se encontraban hendidos por ciertas construcciones realizadas a lo largo del siglo XVI. En el rincón de San Nicolás se encontraron otros seis enterramientos en tres alturas distintas con la finalidad de explotar mejor el espacio.