AYUNTAMIENTO
El Ayuntamiento de Pamplona es conocido no solo por toda España, sino por todo el mundo debido al famoso “chupinazo” que cada 6 de julio a las 12:00 da comienzo a las fiestas de San Fermín. Este acto se retransmite televisivamente por lo que este edificio se ha hecho famoso.​
Nuestro querido Ayuntamiento que hoy conocemos se erigió en el año 1423. Fue mandado construir por el rey Carlos III el Noble para dar unidad a la ciudad de Pamplona. Terminando así con las disputas de los tres burgos que dividían la capital. Las tres zonas eran: la Navarrería, San Cernin y San Nicolás. El lugar de construcción era tierra de nadie por lo que se evitó suspicacias entre los burgos.
A los visitantes que deseen entrar les aguarda un recibimiento con la frase en latín que dice así: “La puerta está abierta para todos, pero sobre todo el corazón”.
A mediados del siglo XVIII se construyó un nuevo Ayuntamiento, pues el antiguo estaba en malas condiciones. Actualmente solo se conserva la fachada, el resto del edificio es del siglo XX. Esta espléndida fachada fue ideada por Juan Miguel de Goyeneta y don José de Zay y Lorda. Las esculturas que la adornan son obra de José Jiménez. Nuestra hermosa fachada es una mezcla de dos estilos artísticos: el barroco y neoclasicismo. El edificio de forma rectangular alberga adornos recargados en su mayoría de estilo barroco contrastado con el clasicismo del frontón. Uno de los atractivos del edificio es su simbolismo que se puede ver en las esculturas. A ambos lados de la puerta encontramos dos esculturas femeninas que representan a la Prudencia con una serpiente enroscada y un espejo dorado, al otro lado a la Justicia con espada en mano, sujeta una balanza en su mano izquierda. Cabe destacar que aparece representada sin vendaje en los ojos, mirando al frene con orgullo. Ambas representan las dos virtudes que debe tener todo organismo público. En la parte de arriba aparecen las figuras de dos Hércules que simbolizan la fuerza, el poder y las virtudes cívicas. Coronando el edificio está la Fama tocando un clarín representando la buena fama de la ciudad y dándola a conocer al mundo entero. A la fama la envuelven los escudos de Navarra y Pamplona sujetos por dos leones.
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Un total de tres balcones recorren el edificio de lado a lado al más puro estilo barroco decorados con rejas verdes con motivos vegetales y geométricos. Envolviendo la balconada se sitúan en el centro y en los laterales dos leones dorados custodiando el escudo de la Pamplona. El piso más importante y la balconada más famosa es el segundo. Es el encargado de iniciar las fiestas de San Fermín cada 6 de julio.
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El ático culmina la fachada con un estilo neoclásico que recuerda a los tímpanos de los templos griegos. Aquí es donde custodian y vigilan las figuras de los dos Hércules. En el centro del tímpano un reloj da la hora y en los laterales dos leones rampantes sujetan los escudos de Navarra y Pamplona.
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